Nueva York.- El Partido Demócrata parece haber admitido que no sacarán al presidente Donald Trump de la Casa Blanca con la historia de la conspiración rusa en las elecciones pasadas. Sin un discurso con razones para votar por ellos, hoy más de 20 aspirantes presidenciales recorren el país recaudando fondos para financiar sus campañas del 2020.
Sólo proponen sacar a Trump de la Casa Blanca.
Con eso se parecen mucho al propio Trump, quien propone eliminar el seguro médico conocido como Obamacare sin proponer nada para reemplazarlo. Nadie tiene ninguna propuesta concreta sobre la mesa, nadie dice para qué quieren ganar las elecciones.
Generalmente los aprestos de las campañas presidenciales empiezan dos años antes de las elecciones, después de las elecciones congresuales. Este año empiezan antes de las elecciones congresuales, con más de tres años de anticipación a las presidenciales.
Entre los más de 20 aspirantes se destacan tres senadoras, Kirsten Gillibrand, de Nueva York; Elizabeth Warren de Massachusetts, y Kamala Harris, de California.
Ninguna anuncia públicamente sus aspiraciones, pero Harris se mueve desde California, en la costa Pacífica, hasta Boston y Long Island, Nueva York, en la costa Atlántica; recaudando fondos.
Warren salió de Boston en el Atlántico, para trasladarse a California, buscando fondos. Gillibrand sigue en Nueva York, pero tiene más dinero del que necesitará para su reelección del 2018.Otros nombres prominentes en el ambiente son los mismos viejos soretes de siempre, Bernie Sanders y el exvicepresidente Joe Biden.
Trujillo controló el país por 30 años, su caída dejó un vacío de poder, los Clinton controlaron los demócratas durante 25 años, su caída dejó este vacío. Dejaron el partido devastado, sin discurso, ideología, rumbo, dirección ni brújula.
Si los demócratas siguen así, en el 2020 los trumpistas, cual trujillistas, cantarán “recogiendo limosnas no lo tumban”.