Nueva York.-Por varias razones, incluyendo chismes de millonarios, Ross Perot desprecia al ex presidente George Bush padre. Perot, fundador de Electronic Data Systems y Perot Systems, entiende que hizo fortuna creando empresas que facilitan la vida mientras avanzan la ciencia y la tecnología.
Bush padre, cree Perot, se hizo millonario sin aportar nada, depredando los recursos petroleros del planeta.
Perot se presentó como candidato presidencial independiente en 1992 y, aunque perdió triunfó, porque impidió la reelección de Bush padre, ese era su propósito; ganó Bill Clinton.
En su aventura política personal Perot capturó el 19% del electorado, casi 20 millones votaron por él. Desde 1992 el país está preparado para un tercer candidato, independiente de los partidos tradicionales, con propuestas nuevas.
Hoy, 24 años después, la nación está hastiada de las dinastías Clinton-Bush, un tercer candidato tendría muchísimas posibilidades.
Bush padre lanzó la primera invasión a Irak, Bush hijo la segunda. ¿De Jeb, un posible tercer presidente Bush, qué podemos esperar?
Clinton eliminó regulaciones bancarias vigentes desde 1933, así nació la plutocracia del uno por ciento controlando el poder económico y político; también la crisis financiera del 2008.
Antes de las dinastías Bush-Clinton, el “conflicto del Medio Oriente” era entre Israel y Palestina. La política exterior de Bush hijo y la gestión de Hillary Clinton ante el Departamento de Estado, desestabilizaron toda la región.
A nivel interno las dinastías Bush-Clinton nos dejaron la crisis inmobiliaria y el colapso financiero del 2008, sus políticas exteriores desestabilizaron el Medio Oriente completo. Ellos no solucionarán nada.
Sólo un tercer candidato puede rescatar nuestra democracia, secuestrada y suplantada por la plutocracia; sólo un tercer candidato podría traer algo nuevo para estabilizar el Medio Oriente.
Las dinastías Bush-Clinton crearon todos nuestros problemas para su propio beneficio, nunca articularán soluciones, necesitamos un tercer candidato.