Saludos a todos!
Siempre he estado de acuerdo con los castigos ejemplarizantes, sobretodo, cuando es para erradicar prácticas aberrantes, indecorosas y corruptas, sin embargo una cosa es castigar y otra abusar.
La joven de 18 años que subió fotos, donde le daba alcohol a su niña, descubriendo a través de las redes sociales libertinaje, irresponsabilidad, pero también ignorancia, merecía un castigo, mas no encarcelarla por tres meses; ya que con esta medida, drástica por demás, en vez de regenerar su comportamiento, incrementaría sus malas costumbres.
Es un secreto a voces que las cárceles de nuestro país, en vez de readaptar desorientan y, en la mayoría de los casos, crean un individuo resentido, inconforme con la sociedad que le envió a confinamiento.
Como ella existen miles de niñas que tienen como principal enemigo su entorno social, pues todos sabemos que nuestra sociedad está permeada por los malos hábitos y antivalores, los cuales son incentivados por los paradigmas foráneos que adoptamos.
Esta sociedad desigual nos enseña que el que tiene dinero compra justicia, mientras nosotros los hijos de machepa apelamos a la misericordia de nuestros verdugos.
Considero que con todo el bochorno y vergüenza que tuvo que pasar esa niña, que cría a otra niña, le sirvie para arrepentirse y entender que lo que hizo estuvo incorrecto.
Entonces por qué enviarla a prisión, cuando con una amonestación pública, presentación periódica ante tribunal y enviarla a un psicólogo tenía.
Conozco poco de leyes, aunque entiendo que existen prescripciones establecidas por la ley para perseguir los delitos contra la niñez, y el juez decide el castigo a impartir, sin embargo se debió apelar a la prudencia no al exceso.
No creo que esta joven termine cumpliendo la pena que le impusieron; pues, al igual que yo, figuras de renombre como el presidente de la Cámara de Diputados, Abel Martínez, estima abusiva y arbitraria la medida.
Como me gustaría que esas decisiones tan severas fueran tomadas con más rigor para los ladrones de cuello blanco; quienes, en gran parte, son los culpables de las penurias y miserias que nos arropan.
¡Ojo! No estoy haciendo apología de la joven afectada por la justicia, estuvo mal lo hizo, pero de ahí a dictarle tres meses de prisión es abusivo.
Hasta la próxima!