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Nueva York.––Cuando el embajador estadounidense, Raul Yzaguirre y venerables dirigentes izquierdistas, como Narciso Isa Conde y Jorge Puello Soriano combaten enemigos comunes, eso indica que el mundo cambió.
Juntos combaten la corrupción, el narcotráfico y la delincuencia, que afectan a las clases alta, media y baja. Ayer el comunismo entorpecía el “clima de inversion”, hoy es la corrupción.
Los izquierdistas están contra los corruptos, el embajador Yzaguirre dijo que es “urgente” terminar la corrupción, y elogió al procurador Francisco Domínguez Brito por su labor anti-corrupción.
Bajo el presidente Danilo Medina la policía respeta el derecho de los manifestantes contra los corruptos. Medina está alineado con los presidentes Dilma Rousseff, brasileña y Juan Manuel Santos, colombiano, dos cazadores de corruptos.
En Colombia la corrupción, el narcotráfico y la delincuencia le robaron la paz a los colombianos por mucho tiempo. Entonces Daniel Foote llegó a dirigir la Sección de Asuntos Narcóticos de la embajada estadounidense en Bogotá. Respetables oficiales policiales colombianos, como el general retirado Rosso José Serrano y el coronel Joaquín Fernando Buitrago Rueda, apoyados por Foote, controlaron la delincuencia y narcotráfico. Santos encarceló corruptos. Y Colombia recuperó la seguridad integral.
Foote fue trasladado a Santo Domingo. Serrano y Buitrago, lo confirmó el embajador dominicano en Bogotá Héctor Galván, asesorarán a la policía dominicana. Con esa asesoría oficiales dominicanos serios, que abundan, restablecerán la seguridad integral perdida.
El pueblo dominicano recuperará la esperanza, liberándose del miedo, derrotará corrupción, narcotráfico y delincuencia. Los corruptos perderán ante la alianza del pueblo, Medina, Obama, Santos y Rousseff.
Con dinero robado podrán comprar voluntades degeneradas pero nunca detendrán el tiempo, los corruptos tendrán que pagar sus culpas, ellos promueven el lado prostituído de la historia. El civismo de manifestantes y policías demuestra que en Quisqueya florece una nueva generación, una auténtica primavera dominicana.