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Nueva York.-Los partidos de izquierda tenían negocios para financiar sus operaciones, también la CIA. Con la revolución neoliberal de Ronald Reagan y su evangelio privatizador vendieron las propiedades de la agencia a nivel mundial. En 1983, el entonces vicepresidente George Bush padre, ex jefe de la CIA, privatizó una gigantesca minera mundial de la agencia.
Ese año, un judío húngaro nacionalizado canadiense, Peter Munk, fundó la Barrick Gold.
Para 1985, como la CIA no tenía fuentes de ingresos, le vendió armas a Irán para financiar a los “contras” nicaragúenses.
Bush padre frecuentó la residencia del vicepresidente de Barrick, Gustavo Cisneros, en Punta Cana, negociando el contrato entre la empresa y el Estado Dominicano. El entonces presidente Leonel Fernández salió del Palacio Nacional a esas reuniones varias veces. Luego Fernández fue premiado como “Estadista del Año de las Américas”, en Toronto, Cánada por una organización financiada por Barrick.
Vivimos la implosión de la revolución conservadora de Reagan, las privatizaciones solo concentraron más las riquezas, y sus principales éxitos, como Barrick, sufren una crisis aguda.
Munk, el presidente, define la situación de Barrick como una “tormenta perfecta”. Sus acciones perdieron un 52 por ciento de su valor, los precios del oro caen, la empresa pierde dinero y enfrenta serios conflictos en todos los países donde opera.
El año pasado, en Tanzania, Sudáfrica Australia y Perú, mataron varias personas protestando contra Barrick. En Nueva Guinea, los guardias de seguridad de Barrick se constituyen en bandas de violadores sexuales con abasoluta impunidad. Cortes de Argentina y Chile le ordenaron suspender proyectos en la Antártica y los Andes. En http://protestbarrick.net
detallan los estragos mundiales de Barrick.
En Cotuí hay unos $44,000 millones en oro y plata. El presidente Danilo Medina disfruta de mucho apoyo popular y una estupenda posición para una renegociación real.