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Nueva York. Por lealtad inquebrantable a Trujillo, el teniente Amado García Guerrero abandonó a la mujer que amaba, luego asesinó a su ex cuñado. El vínculo afectivo es irrelevante ante la voluntad del Jefe.
Por lealtad inquebrantable al senador Adriano Espaillat, su empleada de campaña Laura Acosta me critica; porque critiqué que Adriano no apoyó a su hermano el magistrado Rolando Acosta para una alta posición judicial estatal. Y defiende que Adriano defendiera a la candidata menos calificada, impuesta por el gobernador.
Por Jenny Rivera Adriano escribió artículos, organizó marchas, y enfrentó a senadores republicanos y demócratas. Nunca mencionó a Acosta.
Porque sacrifica vínculos afectivos primarios imponiendo sus egocéntricos propósitos, Adriano es más dañino, tóxico, perverso y corrosivo que Trujillo. Ahora está claro, Adriano no representa a los dominicanos, es un extraño tránsfuga-títere-mercenario al servicio del mejor postor.
Acosta me atribuye cosas que no dije para darle vigencia a un puñado de adrianistas incondicionales, empelados suyos y sus parejas. Definí al magistrado Acosta como respetado por sus colegas y los abogados que postulan ante su estrado. Ella dice que yo dije que era “únicamente” respetado por ellos, mintió contra su hermano, por Adriano. Es imposible debatir mentiras tan espantosas.
Mentir por Adriano es válido y demuestra la entrega total de sus “aliados”, él escoge e impone a los jefes de oficinas de otros “líderes”. Quien no se arrodilla, le besa el anillo y vota por él es “enemigo de la patria”, porque Adriano, como Trujillo, es “la patria”. Y nunca apoya a ningún dominicano.
Ahora mismo, Luís Tejada aspira a concejal, pero Adriano el “patriota” apoya a Mark Levine. Ejemplos anteriores: apoyó a Rivera contra Acosta y a otros contra Guillermo Linares. Adriano solo obstruye dominicanos, nuestro único problema es Adriano, para avanzar como comunidad, necesitamos salir de Adriano.