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Nueva York.-El Bronx, el condado más pobre de la nación, tiene 1.3 millón de habitantes, unos 700 mil son latinos entre ellos hay casi 300 mil dominicanos.
El presidente del condado es Rubén Díaz Jr., (Rubencito) la estrella del nepotismo político puertorriqueño. Apoyado en el liderazgo evangélico de su padre, el reverendo-senador Rubén Díaz, con 24 años Rubencito fue electo asambleísta estatal, antes de cumplir los 35 era presidente del condado.
Las iglesias de Díaz están abarrotadas de dominicanos. Y entre los 19 miembros del gabinete de Rubencito en el condado, no hay ni un dominicano, según reveló Luís Alfredo Collado en un reciente trabajo publicado en Acento.com.do.
Los condados de Brooklyn y Manhattan, con menos dominicanos que en El Bronx, tienen vicepresidentes de origen dominicano, claramente Rubencito no quiere dominicanos cerca ni alrededor.
Ahora Rubencito “apoya” las aspiraciones de Adriano Espaillat para la Cámara de Representantes, quizá quiere mandarlo a Washington, para tener menos dominicanos aquí. Rubencito “apoya” a Espaillat, no a la comunidad dominicana, porque nos excluye de la dirección del condado.
Espaillat y Rubencito fracasaron recientemente intentado quitarle a los taxistas dominicanos el control de sus negocios, para convertirlos en empleados de inversionistas.
Espaillat pretende “representarnos” en Washington, pero no nos “representa” aquí, reclamándole a Rubencito, su aliado, que incluya dominicanos en su gabinete.
Y Bill Clinton, el “gran amigo de los dominicanos” no apoya a Espaillat, sino Charlie Rangel, buscando retener el voto afroamericano para las aspiraciones presidenciales de su esposa Hillary.
Ni Rubencito, ni Espaillat ni Clinton ni ningún político quiere resolver problemas de la comunidad dominicana. Sus componendas políticas sólo buscan acumular más votos y más poder, para congraciarse más con el poder económico, eso es lo único realmente importante para los políticos.
Quien crea lo contrario, es ignorante, idiota o inocente.