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Nueva York.––Las profecías mayas del fin del mundo en diciembre del 2012 se cumplieron para Bill y Hillary Clinton. Y todo comenzó a derrumbárse, para ser exactos, el 10 de diciembre cuando Hillary sufrió una zirimba, se desmayó luego de quedar “deshidratada” por un virus estomacal. La gente al más alto nivel, ella es jefa del Departamento de Estado, tiene acceso a informes oficiales mucho antes de que se hagan públicos.
Una semana después, seguíamos preocupados por su salud y salió el informe. Una investigación congresional concluyó que el asalto al consulado estadounidense en Bengasi, Libia, el 11 de septiembre pasado, fue por fallas “al más alto nivel” del Departamento de Estado. Ahí mataron al embajador y otros cuatro diplomáticos.
Después la internaron con un coágulo de sangre que avanzaba hacia su cerebro. Cuando pensaba estar preparando su campaña para el 2016, Hillary lucha por su salud física y política.
En el 2012 debíamos celebrar el 20 aniversario de la elección de Bill en 1992. Hace poco la ONU y la Casa Blanca lo nombraron Pro-Cónsul en Haití con tropas multinacionales bajo su mando, manejando miles de millones en donaciones.
El 28 de diciembre Departamento de Estado, dirigido por Hillary, declaró que Haiti, dirigido por Bill, es un caos total. Han matado y secuestrado tantos estadounidenses, que se les recomienda no visitar Haití. Quizá necesitemos tropas para rescatar a Bill.
Los Clinton brillaron 20 años, del 1992 al 2012, pero se derrumbaron en 11 días. El 17 de diciembre el Congreso dijo que Hillary falló en Libia, y el 28 Hillary dijo que Bill fracasó en Haiti. La pareja más poderosa, famosa y estridente de la política mundial implosionó, como implosionó la campaña presidencial de Hillary. Para los Clinton el 2012 siempre será recordado como un “Annus Horribilis”.